Debaten sobre la autorregulación de la publicidad online | Blog de Publicidad
Bruselas aceptó el viernes las peticiones del sector digital a favor de una autorregulación de los nuevos canales de publicidad. Neelie Kroes, vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de la Agenda Digital consideró que la autorregulación del sector de la industria digital “es una solución posible”.
Kroes fijó una serie de condiciones para esta autorregulación, especialmente la existencia de “una efectiva transparencia” y un “efectivo mecanismo de sanciones”. Exigió a cambio un código de conducta que garantice que se informe al usuario y que se cuente con su autorización para cualquier publicidad online personalizada (en base a su historial de navegación). Y pidió una “condena clara de las prácticas ilegales que, por desgracia, siguen utilizándose”.
La comisaria, que hizo estas manifestaciones en una mesa redonda con destacados dirigentes del sector, lanzó una clara advertencia en el sentido de que “debían actuar rápida y responsablemente”. Si no, la alternativa será “un enfoque más intervencionista”.
El debate estaba organizado por Interactive Advertising Bureaux Europe, una patronal que representa a más de 5.000 empresas involucradas en el sector digital. El punto de partida fue la presentación de un estudio de la consultora McKinsey que cifra en 100.000 millones de euros anuales el beneficio que obtienen los consumidores de Europa y EE UU en forma de servicios gratuitos a través de internet. Una cifra que, según la consultora, puede seguir creciendo un 13% anual gracias a la implantación de la banda ancha.
Igualmente, concluyen que los beneficios por la producción de estos servicios se estiman en unos 20.000 millones de euros anuales. A la luz de estas cifras, McKinsey estima que los consumidores obtienen el 85% de los beneficios generados por el uso de los servicios proporcionados por la red (e-mail, buscadores, informaciones).
Ese beneficio para los consumidores depende de la evolución de los ingresos por publicidad, que en Europa ascendieron a 15.000 millones en 2009. El incremento está ligado a la información sobre las necesidades o preferencias de los usuarios. De ahí el conflicto entre la gratuidad de los servicios y la privacidad.
Pero el informe advierte que, al menos de momento, ese rédito para el usuario sólo puede mantenerse si los proveedores disponen de la financiación necesaria a través de la publicidad online. Y que la introducción de servicios de pago restringiría drásticamente la oferta o disuadiría al 40% de la demanda.